leyendas de la Isla de Capri

Curiosidades y leyendas de la Isla de Capri

Actualizado el lunes, 22 agosto, 2022

Misterios y curiosidades de Capri

En un lugar tan mágico y sugestivo como Capri, por donde se han sucedido tantas culturas y civilizaciones diferentes, cada una con sus propias costumbres y formas de entender y vivir la isla, y de una manera u otra, esto ha ido formando el carácter del lugar, trasmitiéndolo de generación en generación a través de los siglos hasta llegar a nuestros días.

La prueba más evidente de todo esto serían los monumentos, pero otras un poco más sutiles, nos han llegado bajo forma de leyenda, misterio o como simples curiosidades… ¿Quieres conocerlas?.


Origen del nombre de la isla

Lo primera de ellas la encontramos en el nombre de la isla ¿por qué Capri? Puede sonar exótico, pero de ¿dónde vine? Lo cierto es que por mucho que cueste imaginarlo, dado el carácter selecto que la isla presenta en la actualidad, en un pasado lejano y mucho antes de que los romanos la transformaran en un destino vacacional debemos imaginarla como un territorio apartado, con una exuberante naturaleza caracterizada por esos escarpados acantilados, donde la fauna que la habitaba debía tener la capacidad de hacer frente a su accidentada geografía.

Es por esto que el animal que dominaba estas montañas eran las cabras, que en latín se decía Kaprie, de ahí su nombre Capri, isla de las cabras.


El lagarto azul de los Faraglioni

Como todo mundo perdido, Capri, tenía que tener su “monstruo” solo que su caso sería más adecuado decir monstruito, dado su reducido tamaño, el Lagarto Azul. Puede sonar algo legendario y hasta exótico, pero la verdad es que este animal existe realmente. Su hábitat natural no es menos exótico que su nombre, pues vive en los Farallones.

Sí esas agujas rocosas que como centinelas defienden y caracterizan Capri al mismo tiempo. El lagarto azul o Podarcis siculus coeruleus, es un curioso reptil de vivos e inusuales colores, el azul y el negro, azul por la zona de la garganta, los costados y la parte interna de la cola y negro por el resto que reina en este lugar. ¿Quieres intentar verlo? Puedes visitar los farallones contratando alguno de los paseos en barco por Capri.


Capri… la isla de las sirenas

Como decíamos al principio, las legendas también forman parte de este fantástico lugar. Una de ellas es la de las sirenas, ese ser mitológico descrito en la Odisea de Omero que con su dulce canto y sus atractivas formas de mujer encantaban a los marineros atrayéndoles hasta los escollos donde estas habitaban hasta hacerles encallar sus naves y perder la vida…

De hecho, se cree que los escollos de la Marina Piccola de Capri, que forman una especie de pequeña península que corta la playa en dos adentrándose en el mar, denominado Scoglio delle Sirene, haya sido demora de estos seres que, en la mitología griega se presentan como mitad mujer y mitad ave, pero que en el curso de la historia ha ido evolucionando hacia un híbrido de pez, como normalmente viene representada.

El hecho es que Omero las situó en Capri.


El misterio de la Gruta Oscura

Se dice que en la base de la Torre de la Cartuja de Capri se esconda una enorme cavidad que tenía acceso marítimo y que competía en belleza y grandeza con la Gruta Azul, pero que debido a un desprendimiento de rocas fue cerrada en 1808. A lo largo de los años han intentado encontrarla en infinitas ocasiones sin ningún éxito, convirtiéndose en un misterio.


Los colores de la Gruta Azul

La última curiosidad de la isla estaría sin duda, en el color de las aguas de la fascinante Gruta Azul emblema de la isla. Pues no es otra cosa que un juego de luces que se da cuando los rayos del sol atraviesan el segundo ingreso a la gruta que tiene la peculiaridad de ser submarino por lo que la luz se proyecta desde abajo realzando su color.


La Certosa di San Giacomo

¿Quieres descubrir un rincón de tranquilidad? Ve a visitar este antiguo monasterio construido en 1371. Es uno de los edificios más antiguos de la isla y en el pasado también fue un hospicio y una prisión. Ahora es la sede del Liceo Classico y también es un museo. Se puede visitar su iglesia, con bóvedas blancas, y su Claustro Mayor y Menor, con columnas y capiteles de mármol.

También está el Jardín del Prior, donde se cultivan hierbas aromáticas. Su refectorio alberga las obras del pintor simbolista Karl Wilhelm Diefenbach, que vivió aquí. Dada su belleza, suele albergar exposiciones temporales, conferencias, reseñas culturales y conciertos.


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